jueves, 28 de septiembre de 2017

Tal día como hoy... falleció Herman Melville.

Tal día como hoy, un 28 de septiembre de 1891, falleció el escritor estadounidense Herman Melville, a quien todos conocemos por ser al autor de uno de los grandes clásicos contemporáneos; "Moby-Dick".
Una ilustración clásica de la gran ballena blanca.
Melville nació en Nueva York en 1819, en el seno de una familia numerosa, descendiente de ingleses y holandeses. Sufrió la pérdida de su padre siendo un niño de apenas once años, cuando éste, desbordado por las deudas, falleció de forma repentina, posiblemente un suicidio, dejando viuda y ocho hijos.
Cumplidos los dieciocho años comenzó a ejercer diversos oficios, entre ellos el de maestro rural, pero poco después se embarcó en busca de aventura. Esta primera experiencia marítima no le resultó muy satisfactoria, por lo que muy pronto lo volvemos a encontrar ejerciendo de maestro rural. Durante la Navidad de 1841 se propicia el cambio que dará sentido a su vida futura. Decide embarcarse por segunda vez, en esta ocasión en un ballenero y, durante más de tres años, en diversos buques, experimentará todo tipo de aventuras, que cerca estuvieron de costarle la vida.
A su regreso a Nueva York, decidió poner por escrito todo lo que había vivido y publicó "Typee: Un edén caníbal", que cosechó un éxito inmediato y hoy es un clásico dentro de la literatura de viajes. Durante los años siguientes continuó escribiendo y publicando y nos dejó novelas como "Omoo" y "Mardi", basadas en parte en sus experiencias marítimas y continuando la exitosa línea de "Typee".
Herman Melville hacia 1860.
A finales de la década de los cuarenta realizó un viaje a Europa, en parte buscando inspiración y para sumergirse en el ambiente cultural del viejo continente. A su regreso a Nueva York comenzará a escribir la que será su obra más universal: "Moby-Dick", que será publicada en 1851 tras dos años de duro trabajo. Una apasionante novela que narra la obsesiva búsqueda de la ballena blanca por el capitán Ahab a bordo del ballenero Pequod, narrada en primera persona por el joven Ishmael.

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