miércoles, 21 de octubre de 2015

Recordando a Stephen King

Hoy miércoles destacamos a Stephen King (Portland, 1947) y hemos seleccionado los siguientes fragmentos de su vasta obra. 
Un relax entre libro y libro.
- ¿De verdad la dejarías morir?
- Sí.
Seguía calentándose las manos en la salida de aire delantera. Lo que ahora imaginé fue que le agarraba una de esas manos y le partía los dedos nudosos como si fueran bastoncitos de pan.
- ¿Por qué? ¿Por qué soy tan importante para ti?
- Porque eres mi destino. Creo que lo supe la primera vez que te vi, allí arrodillado en el jardín de la entrada de tu casa, escarbando en la tierra.

Fragmento de Revival, su última obra.

Es para mi un gran alivio escribir esto.
No he dormido bien desde que encontré a mi tío Otto muerto y a veces me he llegado a preguntar si me habré vuelto loco..., o si me volveré. En cierto modo todo hubiera sido una suerte, de no tener aquí, en mi despacho, el verdadero objeto, donde puedo verlo, tocarlo, sopesarlo si se me antoja. Pero no quiero; no quiero tocar eso. Aunque a veces lo hago.
Si no me lo hubiera llevado de su casita, cuando huí de ella, podría empezar a persuadirme de que todo no fue más que una alucinación..., un invento de un cerebro agotado y sobrexitado.  Pero, ahí está. Pesa. Puedo sopesarlo en mi mano.

Fragmento de El Camión de tío Otto en Historias Fantásticas.


A mediodía, en un momento en que Danny había ido al cuarto de baño, Wendy sacó de bajo la almohada el cuchillo envuelto en el paño de cocina, se lo puso en el bolsillo de la bata y fue hacia la puerta del baño.
- ¿Danny? 
- ¿Qué?
- Voy abajo a preparar algo para el almuerzo. ¿De acuerdo?
- De acuerdo. ¿Quieres que baje contigo?
- No, yo lo subiré. ¿Qué te parece una tortilla de queso y un plato de sopa?
- Perfecto.
Ante la puerta cerrada, Wendy titubeó un momento más.
- Danny, ¿está bien así? ¿Seguro?
- Si -respondió la voz del chico-. Pero ten cuidado.
- ¿Dónde está papá? ¿Tú sabes?
- No. Pero ve tranquila. -La voz era extrañamente calmada.

Fragmento de El Resplandor

A Steve la sonó como un potente motor de barco. En ese momento, dos ojos verdes se abrieron entre las sombras y Steve retrocedió con la boca seca. Levantó el Mossberg pero sus manos eran dos bloques de madera y el arma parecía ridícula, inútil. Los ojos flotaban en la oscuridad (como en las viñetas de los tebeos) y eran del tamaño de un par de balones de fútbol. Steve no quería ver ni imaginar las dimensiones del animal al cuál pertenecían.
Selección de obras de Stephen King
Fragmento de Posesión

Empezaron a ver el resplandor al otro lado de un puente viejo y herrumbroso que se extendía sobre un lecho fangoso. Barbie se inclinó hacia delante entre los asientos frontales de la camioneta.
- ¿Qué es eso? Parece el reloj Indiglo más grande del mundo.
- Es radiación - respondió Ernie.
- No te preocupes - añadió Rommie-. Tenemos lámina de plomo de sobra.
- Norrie me ha llamado desde el móvil de su madre mientras os esperaba- dijo Ernie -. Me ha contado lo del resplandor. Dice que Julia cree que no es más que una especie de... espantapájaros; supongo que podría decirse así. Que no es peligroso, vamos.

Fragmento de La Cúpula

Esperamos que hayan disfrutado con los fragmentos que hemos seleccionado.
¡Hasta el próximo miércoles!

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